DESCARGA: Romeo and Juliet

Para incluir en nuestro set una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, se planteó el problema de escoger qué versión concreta podríamos tocar. Inmediatamente me vino a la cabeza la gira de On Every Street, con el increíble saxo de Chris White y el sinfonismo propio de esa época…

Vi que era inalcanzable, debido una vez más a las limitaciones de nuestra formación de cinco músicos…

Volví la cabeza al Alchemy, y me vino a la memoria la pareja que aparece en el video, a las puertas del Hammersith Odeon… Así supe que podríamos…

Sin embargo, en la parte final de la canción  preferimos recrear la versión de la gira de Brothers in Arms, porque he de confesar que el cambio a guitarra de cuerdas de nylon del Alchemy nunca me acabó de convencer. Prefiero mucho más el cambio a guitarra eléctrica de las vesiones posteriores, porque me recuerda mucho más a la versión del disco Making Movies.

En resumidas cuentas, decidimos mezclar la canción del Alchemy con el final (outro) de la gira del 85-86, y es así como entendí que nos podría funcionar bien.

Explicar qué significa para mí Romeo and Juliet supone recordar las veces que puse la cejilla en el tercer traste en mi vieja acústica Epiphone (que aún conservo), y cómo copiando las posturas que veía en el video del Alchemy, no había manera de hacer que me sonara la canción… Pero claro, no sabía lo que eran las afinaciones alternativas… Cuando las descubrí, y supe que el National de Mark Knopfler estaba afinado en Sol abierto, pasé horas, días, semanas…, hasta que me dolían las manos, tocando y repitiendo incesantemente el arpegio de dos octavas de la intro… Yo creo que junto al outro de On Every Street y a la intro de Going Home, son las partes de guitarra que más he escuchado y tocado en toda mi vida.

Por otra parte, Romeo and Juliet tiene el encanto de ser una canción de amor, pero no like the way it´s meant to be (“como mandan los cánones”), y así lo declara el autor en una de sus estrofas.

Junto a una declaración sincera de amor, se entremezclan ironías, reproches, incluso algo de “humor”, todo ello jalonado con una armonía y unos arreglos únicos, entre los que destaca el dobro National de Mark Knopfler, tocado con fingerpicking, y muy alejado en sonido y en concepto de la utilización “tradicional” del mismo, propio de los entornos musicales del blues o el bluegrass (con púa y slide, generalmente).

Una parte indispensable de Romeo and Juliet y de todas las canciones de esta época es el piano, tocado en el disco por Roy Bittan (E Street Band), en directo por el gran Alan Clark, y en Real Straits por…, SAMUEL RODRÍGUEZ.

Cuando conocí a Samuel hace unos años, me dí cuenta de lo que, en el Barroco o el Clasicismo, pudo haber sido conocer a uno de los grandes genios musicales de esas épocas, y que ahora forman parte de los libros de historia de la música…  Con eso lo resumo todo…

A la hora de afrontar el reto que suponía Real Straits, tenía claro que Sam era una pieza indispensable… Ya no hablo de tocar el piano o el Hammond, hablo de la “investigación” de sonidos, de la búsqueda de la “perfección”…

Cuando, en los ensayos, tocó por primera vez la intro de Romeo and Juliet casi me saltan las lágrimas y no pude ni empezar a tocar, y lo mismo me pasó con la parte final de la canción: cambié de guitarra…, y ¡tampoco pude tocar!

He compartido experiencias con él en De Paso, en la grabación de mi futuro disco, en Real Straits…, y siempre ha participado de forma activa en arreglos, sonidos, voces, armonías… , con criterios y conocimientos musicales inigualables e imprescindibles a la vez.

Su técnica, clase y gusto musical rezuman por todo el repertorio de Real Straits, destacando especialmente la canción que nos ocupa, por la exigencia que ésta supone…  Además, en muchos momentos del concierto tiene que hacer las veces de dos teclistas, y aunque su trabajo se complica…

Audentes fortuna iuvat

¡Gracias, Sam!

Ángel Miguel