Una noche más de pasión, nostalgia y rock and roll, en nuestra Spanish City particular, Oviedo, ciudad que nos vio crecer personal y musicalmente a la mayoría de los músicos de la banda.
No podemos pedir más a un público que nos hizo creer, por momentos, que estábamos en un concierto de Dire Straits, y no de Real Straits. Pero eso sí…, con los pies en el suelo, no vayamos a pensar, como sí parece que piensan algunos, que somos los «auténticos», porque esos hace 23 años que no se reúnen, como bien afirmó hace poco un conocido promotor con el que hemos trabajado.
Además, tenemos la inmensa suerte de seguir gozando de la genialidad y creatividad de Mark Knopfler, cuya carrera en solitario es una delicia para nuestros espíritus.
Por otro lado, los músicos, equipo ténico y management, seguiremos trabajando incesantemente en que cada vez disfrutéis más y más de nuestros conciertos, sin olvidar que, como profesionales de esto, también tengamos que atender otros proyectos con los que estamos comprometidos.
Tenemos que pediros que no os sintáis celosos por ello…, porque cada vez que nos reencontramos con Real Straits, es como volver a sentir la locura del primer amor, como volver a ser niños…, por eso regresamos una y otra vez.
Gracias, una vez más y para siempre.
Ángel Miguel
Fotografía: Carlos Garna